Al tema, ayer tuve un huequecito para poder pasarme por el Museo de Bellas Artes para ver al Cristo antes de que empezase la conferencia que iba a tener lugar a las 6:30, por desgracia cuando llegué el guardia de seguridad me dijo que ya no se podía pasar porque estaban preparando todo el tema de la conferencia, así que me quedé hablando con él un rato, un tipo muy simpático y de agradable charla, al tiempo que pasaba Mikel (Miguel Ángel Pérez de los Santos) al interior y me dejó pasar para poder verlo.
Cuando entro me lo encuentro inclinado, como en un besapiés, en el centro del ábside de la Galería V del Museo, me quedé helado al verlo así, impresionante, ya no por el trabajo de restauración que había sido expléndido, si no por el lugar donde se hallaba, rodeado de las obras de los grandes maestros del barroco sevillano y con la iluminación perfecta que tenía. Por mucho que guste verlo en la capilla, el ver una talla como ésta en un sitio como éste es realmente una sensación única; y ya hacerlo de la manera en la que la pude hacer, completamente sólo en la sala, en una galería tan grande, fue un verdadero lujazo la media horita que estuve, y bueno ya no me enrollo más que empiezo a darle a las teclas y no paro.
Os dejo con las imágenes.
